lunes, 23 de abril de 2007

La Palma es un cielo



La ley del cielo de Canarias, la apertura del Grantecan en verano de 2007, los observatorios del Roque de los Muchachos, la lluvia de estrellas de las Perseidas que cada agosto nos roba tiempo al descanso estival haciéndonos subir de madrugada al llano de las Brujas,… son recursos turísticos de primera magnitud. Tal y como en la actualidad lo son las playas para la Comunitat Valenciana o el turismo de golf para Andalucía.

Existen fuera de nuestras fronteras atlánticas, innumerables organizaciones, universidades, asociaciones, colegios,… interesadas por la observación astronómica que junto con los escenarios naturales de La Palma, pueden y deben configurarse como producto turístico de primera magnitud. Sin competencia en Europa. Por ejemplo, sería relativamente sencillo firmar acuerdos de colaboración entre la administración, el sector turístico palmero y los países que en la actualidad tienen observatorios instalados en el Roque, con la intención de desarrollar el llamado turismo científico que permitiría fomentar el flujo continuo de turistas de estos países hacia nuestra isla. Fomentar el conocimiento de nuestro producto en los mercados turísticos de estos países y desarrollar además, una infraestructura básica –centros de interpretación astronómica, hoteles con infraestructuras astronómicas, cátedras de astronomía, publicaciones de difusión, microwebs especializadas, jornadas de difusión, presentaciones en hoteles, programas de interpretación, fam trips especializados,…- que permitiría enriquecer nuestro modelo turístico en segmentos de difícil competencia: ya que es difícil vender astronomía si no se tiene un cielo como el de La Palma. Así parece funcionar destinos como Hawai.

El creciente reconocimiento de del cielo nocturno como un recurso turístico que debe favorecer el desarrollo sostenible parece ser uno de los motivadores de la TUI, el operador más importante del mundo, ya anuncia su intención de desarrollar estándares lumínicos para los hoteles con los que trabaja en La Palma.

Por ello, no debe sorprendernos que la proclamación del 2009 como Año Internacional de la Astronomía en la conferencia general de la UNESCO suponga en el futuro un punto de inflexión para que el turismo científico desembarque en La Palma.

Un ejemplo: ya hace más de 15 años en una localidad valenciana se plantearon crear un observatorio público junto con la Universidad de Valencia para fomentar el turismo astronómico y creedme cuando os digo que en absoluto puede ser comparable el mimado cielo palmero, con los cielos desprotegidos y polucionados del mediterráneo.

Existe ya en la isla la infraestructura turística necesaria: hoteles, casas rurales, vehículos de alquiler, restaurantes,… tan solo sería necesario un pequeño empuje, y tesón para poder organizar sin muchas complicaciones un producto turístico semejante.

Un claro ejemplo de un producto incipiente es el que desarrolla Astropalma.

Creo que este factor diferencial debería ser observado como fortaleza y oportunidad, y deberá ser desarrollado correctamente.

¿No opináis igual?.

Un saludo a tod@s

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